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El “Túnel del Tiempo – Un recorrido por lo que somos”, parte de conceptos claves como, vertientes, venas que se interceptan en un recorrido para confluir en un mismo punto, un túnel. Al ingresar a este espacio las condiciones físicas cambian, la temperatura aumenta, el sonido es más fuerte, la luz natural se debilita y todo este tramo de una sola vía ofrece un momento de introspección y de contemplación. Con esto, la idea de viajar por este espacio, no debería ser solamente un paso obligado para recorrer la ciudad, sino también una experiencia vivencial, onírica, de relatos y artística, donde desplazarse por tiempos y momentos destacables e importantes de nuestra historia local sea posible.
El concepto de tiempo y linealidad se ha planteado sobre este gran lienzo en un hilo conductor distribuido en seis sectores:
Antes de ingresar al túnel, en los dos la erales externos, se resalta el Valle geográfico del río Cauca con su misticismo, albergador de comunidades originarias, salvaguardadoras del patrimonio biocultural y la llegada de la comunidad afrodescendiente favoreciendo el mestizaje y sincretismo cultural. Se hace una transición tenue de colores cálidos con aves locales de la región, fauna silvestre y así empalmar con el siguiente sector.
Al interior del túnel, lado izquierdo intervención principal. Sector del túnel inspirado en la flora y fauna local, los manglares, las corrientes de agua que retornan al mar pacífico colombiano, corredor de grandes y majestuosas ballenas jorobadas provenientes de la Antártida y Patagonia chilena para dar luz a sus crías y así propiciar el avistamiento de ballenas entre julio y octubre. Regresamos a los farallones y montañas donde la flora y fauna silvestre hace su aparición con el oso ojo de anteojos, un gran número de mariposas, armadillos, serpientes, felinos, colibríes, ranas e incluso zarigüeyas le dan paso a una gran variedad de aves locales; cabe recordar que la ciudad es conocida mundialmente por el avistamiento de sus aves.
Enmarcada por sus importantes y destacables edificaciones, medios de transportes clásicos que nos sitúa mentalmente en otra época junto a sitios de encuentro y esparcimiento de antaño, de personalidades clásicas del arte y la cultura hacen de este sector una pequeña cuota de nostalgia, un tiempo que es grato y necesario recordar.
Los pregones, cánticos, tambores y marimbas de chonta de la comunidad negra en este sector cargan de ritmo, ondulación en colores, formas y movimiento a la cumbia, la danza folklórica, los carnavales y festividades andinas, la salsa, el baile, el teatro circense y callejero, la magia y destreza de la danza aérea en telas, la cultura melómana caleña, el break dance y el hip hop, presentes en la ciudad.
Este sector presenta diferentes disciplinas de la región, por la que ha tenido méritos, además de ser afluente de importantes protagonistas en cada una de ellas incluyendo los escenarios deportivos. El manejo del color y ondulaciones proyectadas permite que cada una de estas disciplinas, el ciclismo, bmx, patinaje, levantamiento de pesas, fútbol, artes marciales, tenis, baloncesto, natación y atletismo, tengan un dinamismo consecuente de estas actividades.
La fuerza y empuje que brindan los sectores obreros y populares, el barrio, la loma, los tradicionales repiques de los diablitos, la guala, jeepeto, chiva, toda esta iconografía nos sitúa en el hoy, en los procesos barriales que también deben ser mencionados, donde la memoria de las luchas sociales de reivindicación y exigencia de los derechos fundamentales y mejores condiciones de vida, respeto y ecuanimidad deben ser protagonistas, por ello el monumento de “Puerto Resistencia” en su lucha hace presencia en este sector.